Antigua imagen del Sol Indiges |
Antiguos sacrificios en honor al Sol Indiges –o Sol Indigete-. El del 9
de agosto rito recibe el nombre oficial de Soli
Indigiti in colle Quirinale, o bien el más específico de Solis Indigitis in colle Quirinale
sacrificium publicum; el del 11 de diciembre, Agonium Solis Indigete (para más información ver el festival Agonium).
Etimologías
de sol y de indigete
No pocos autores consideran que el nombre sol procede da la palabra etrusca Usil,
siendo la deidad de la luz de los etruscos, pero también adoptado por los
umbros. En este caso Varrón, el gran lingüista, se equivoca al buscar el origen
del nombre sol. Así lo explica en su Lengua Latina V (68): “El Sol tiene su denominación, o bien porque
así lo denominan los sabinos, o bien porque solamente (solus) él brilla, de
manera que de este dios procede la luz del día.”
La palabra indiges/indigete
es más compleja, aunque puede hacer referencia a diversos aspectos de la
deidad:
- Resaltar
su origen autóctono, para distinguirlo de otras divinidades solares
foráneas.
- Simplemente
significa “que pertenece a un sitio”, en referencia a Roma.
- Que
posee una labor específica, estando relacionado con la palabra indigitamenta.
Culto sabino
El culto al Sol fue instituido, según algunos
autores, por el rey sabino Tito Tacio, poco después de la fundación de Roma
–recordar que este rey gobernó junto a Rómulo-; culto que en tiempos imperiales
se confunde con los cultos a Helios y a Apolo, ambos de origen griego. No debe
confundirse este antiguo Sol con el culto al Sol Invicto, posterior y de origen
oriental.
Aedes Solis
et Lunae
En el interior del famoso Circo Máximo existe una
antigua capilla en honor al Sol Indiges, honor que comparte con la diosa Luna.
El dies natalis de este lugar sagrado
es el 28 de agosto, aunque se desconoce el año de su inauguración. Ese día se
ofercen sacrificios a ambas divinidades. Destaca una magnífica estatua del Sol
Indiges conduciendo una cuadriga.
Mitos solares
en el Lacio: Latino, Circe y el río Numicio
Según Virgilio, en su Eneida XII, el dios
Latino es bisnieto del dios solar, como detalla del siguiente modo al describir
al rey dispuesto para la guerra:
“Latino va
montado en su carro
de majestuoso
empaque que unce cuatro corceles. Resplandecen
en torno de
sus sienes los doce rayos de oro,
el emblema
del Sol, su antecesor.
Es una curiosa genealogía, pues habitualmente se le
considera hijo de Fauno. Además, asegura que la célebre bruja Circe es a su vez
hija del Sol y abuela de Latino, habitando en el promontorio conocido como
Circeo, al sur del Lacio.
Este Sol Indiges, además de en Roma, recibe
especial culto a lo largo del modesto río Numicio, donde posee altares a lo
largo de su ribera. Este río se encuentra al sur del Lacio, entre las
poblaciones de Lavinio y Ardea. Su mitología está relacionada con Anna Perenna
y con el propio Eneas.
Una
curiosidad geográfica: la pequeña Bantia
Además, en la pequeña ciudad osca de Bantia -al sur
de Italia, en Lucania- destaca que culto al Sol Indiges se realice
conjuntamente con Caelus Nocturnus
–el cielo nocturno-, representando ambos la totalidad del firmamento. Extraño
culto tan alejado de Roma, siendo el Sol Indiges de origen sabino.
Curiosidad
histórica: el eclipse a la muerte de César
Tras la muerte del gran estadista y general,
Virgilio detalla en sus Geórgicas I (465) un eclipse solar
que causó gran temor: se consideró un mal presagio, una advertencia divina
procedente del mismo Sol. Al parecer fue un eclipse especialmente largo y tenebroso,
lo que provocó pánico y temor en las gentes:
“Al Sol, ¿quién se atrevería a llamarlo
mentiroso? En verdad es él quien con frecuencia nos advierte los ocultos
tumultos que amenazan y que el engaño y las guerras fermentan en secreto. Él es
también quien, extinguido César, se compadeció de Roma, cubriendo su brillante
cabeza de obscura herrumbre y provocando el temor de una noche eterna a una
generación impía.”
Pulvinar
Solis
El 9 de agosto se ofrece al Sol un pulvinar junto a una capilla dedicada a
Quirino –cerca de la Porta Quirinalis
en la muralla serviana-, donde la divinidad solar posee un altar inaugurado por
Tito Tacio. La familia que tiene el honor de organizar este rito es la gens aurelia –nombre que significa
“dorado”, asociándolo al sol, cuyas etimologías comparten-. Para la ocasión se
crea una plataforma temporal adornada con cojines y almohadones sobre un lecho,
al estilo de un lectisternium, en la
que la divinidad asiste como el principal invitado: una estatua reclinada o
sentada es la figura principal de este evento. Se realizan, además, sacrificios
en su honor. Durante este festival se ofrece un banquete a la divinidad y a los
asistentes. Suelen ser comidas suntuosas en las que la familia organizadora se
juega su prestigio.
Nota del
autor
No sabemos si el Agonium Solis Indigete del 11 de diciembre lo organizaba la gens aurelia, aunque es improbable, al
tratarse de un sacrificio estatal.
Curiosidad
histórica: la batalla de Farsalia
Esta crucial batalla librada por Julio César contra
Pompeyo Magno aconteció el 9 de agosto del 48 a . C. Saliendo César vencedor, dedicó ese
día al Sol, posiblemente iniciando la costumbre del pulvinar anual en honor a la divinidad solar, ya que los
sacrificios posiblemente sean más antiguos.
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