Denario de plata representando a Felicitas |
Sacrificios en honor a Fausta Felicitas, conjuntamente con Venus Victrix y el Genius
Publicus. El nombre oficial del festival es Genio
Publico, Faustae Felicitati, Veneri Victrici in Capitolio.
Dea Felicitas
Divinidad personificación de la buena suerte, la
dicha y, por supuesto, la felicidad, lo que afecta aspectos diversos de la
vida, como la fecundidad, la victoria, el éxito o gozar de buena suerte en
general. Fausta se traduce como favorable.
Aunque es similar a la diosa Fortuna, esta puede ser desfavorable e injusta
–existe la Mala Fortuna, pero no la Mala Felicitas-.
La palabra latina felix indica, desde tiempos arcaicos, una vinculación especial con
la divinidad, indicando un tipo de bendición. Ya desde la Roma primitiva,
agraria y rural, felix significaba
“que da frutos”, los árboles frutales reciben el nombre de felix arbor –árbol que da frutos-. Felicitas, afortunado y fecundo, incluyendo a las féminas. Incluso
se considera que palabras como filius,
hijo, proceden de esta.
No solo la felicitas
es un atributo personal, también puede “transmitirse”. Una persona bendecida
con ella por los dioses es beneficiosa para todos aquellos que la frecuentan,
sus empresas, incluidas las militares, tienen mayor probabilidad de éxito.
Cicerón nombra cuatro cualidades ideales para un
militar: scientia rei militaris –arte
militar-, virtus –valor propio de un
hombre-, autoridad –auctoritas-, y
por supuesto, felicitas; de entre
todos los generales de su tiempo, para Cicerón destacaba la felicitas de Pompeyo Magno.
Sus atributos más representativos son la cornucopia
y el caduceo, símbolos de gran prestigio en la religión romana. Es una de las
divinidades más representadas en las monedas, especialmente en tiempos
imperiales, ya que muchos emperadores, sobre todo en épocas problemáticas, la
presentan como su ideal de prosperidad y concordia civil.
No se tiene noticia de culto de esta divinidad
hasta el siglo II a. C., cuando se le inaugura un templo.
Hic habitat
Felicitas!
Es habitual en las ciudades romanas, en las puertas
de los locales de muy variada condición comercial –lo que va desde panaderías
hasta burdeles- presentar relieves con formas fálicas. A menudo estos van
acompañados de la frase Hic habitat
Felicitas! -¡Aquí habita la Felicidad!-. Esta alegre representación debe
observarse más como un amuleto apotropaico que como una simple representación
sexual. Se trata del fascinum,
protector del mal de ojo entre otros posibles males, como la envida e incluso
maleficios. Además de estos relieves, los romanos empleaban una cantidad
asombrosa de amuletos con formas fálicas, siendo muy comunes.
Quod bonum faustum, felix fortunatumque sit!
Esta singular y simpática frase se emite antes de
comenzar diversas empresas con la intención de propiciar la buena suerte, la
felicidad y la prosperidad. Incluso llega a pronunciarse como fórmula ritual
religiosa. ¡Toda ayuda divina es poca cuando se necesita la suerte de nuestro
lado!
Fausta
Felicitas
Pequeña capilla –aedicula- en honor a Fausta Felicitas situada en el Capitolio;
aunque esta divinidad posee varias capillas en Roma. La capilla la comparte
Felicitas con Venus Victrix y el Genius Publicus; no se sabe si se trata de
tres capillas separadas con sus correspondientes altares, o de una conjunta.
Es posible, aunque no se sabe a ciencia cierta, que
fuese consagrada por Sila, que se consideraba amado de los dioses, y
especialmente de Fortuna, Felicitas o Venus; en vida hizo añadir a su nombre el
de Felix, haciéndose llamar Lucio Cornelio Sila Felix.
Esta divinidad poseía un templo en el Velabro, en
el Vicus Tuscus –el antiguo barrio etrusco-, valle situado a los pies de la colina capitolina y el monte palatino,
entre el Foro romano y el Foro Boario. Inaugurado en el siglo II,
desgraciadamente sufrió un terrible incendio durante el principado de Claudio.
Nunca fue reconstruido –aunque existe controversia al respecto-. Cicerón,
comenta en sus Verrinas, que este templo poseía en su interior magníficas y
exquisitas obras de arte dignas de ser admiradas.
Nota del
autor
Apenas sabemos algo sobre este festival, salvo que
se realizaba el sacrificio de un animal –probablemente una vaca- en la capilla
del Capitolio. En tiempos de zozobra imperial el culto a Felicitas se utiliza ampliamente
como propaganda política, por lo que es posible que el sacrificio sea
majestuoso, o al menos goce de gran publicidad.
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