Uno de los grandes festivales romanos e italianos,
ofrecidos en honor a las deidades de las encrucijadas y cruces en las ciudades
y otras poblaciones, los lares compitales.
De hecho, compitum en latín significa
precisamente “cruce, encrucijada”.
La Compitalia se considera asociada a las feriae conceptivae, festivales anuales
presididos por un magistrado o un sacerdote –que a menudo son equivalentes-,
como podrían ser las Lupercalia o las Saturnalia.
Estas divinidades consideradas domésticas y
públicas, presiden las encrucijadas en las ciudades y poblados, dándoles un
carácter sagrado y cargado de cierta naturaleza supersticiosa –las encrucijadas
tienen para la mentalidad romana un matiz sobrenatural y mágico-. En cada
encrucijada de importancia se erige un busto a estas divinidades, así como una
pequeña capilla.
Son el centro del festival de las Compitalia, en la
cual los esclavos los engalanan con flores, ofreciéndoles dulces con miel,
cabezas de ajo y amapolas. Para los esclavos domésticos este festival es
particularmente importante, pues estas divinidades protegen los hogares en las
ciudades –por muy esclavo que sean, también
son sus hogares-. Es día de fiesta para ellos, librando de sus trabajos
cotidianos. Cada grupo de esclavos en sus barrios organizan banquetes según sus
posibilidades económicas.
Magistri vici
y las collegia compitalicia
El festival está presidido por los magistri vici –magistrados de los
barrios, dos libertos escogidos por cada barrio, siendo un cargo de gran
prestigio-. Durante la fiesta los magistri
pueden ataviarse de la toga praetexta,
además de tener la protección de dos lictores, un honor inusual para un
liberto.
Los esclavos y libertos tienen permiso para unirse
en las llamadas collegia compitalicia,
asociaciones privadas cuya función principal es organizar el festival, aunque
muchos lo emplean como lugar habitual de reunión y sede social. Los esclavos
tienen pocas oportunidades de asociarse y no desaprovechan estas collegia.
Mania,
sacrificios humanos y muñecos de lana
Se considera que la madre de estos lares compitales es la diosa Mania
–divinización de la locura-. Por ello se ponen en la puerta principal de cada
hogar muñecos representando hombres y mujeres, elaborados en lana, como
sustitución de sacrificios humanos –en teoría un niño de cada hogar-.
Los esclavos además realizan humildes peticiones a
los lares y Mania, los cuales suelen
contentarse con estas bromas y súplicas.
Un poco de
historia
Este festival fue instaurado por el rey Tarquinio
Prisco (616-578), en honor al nacimiento de su hijo Servio Tulio, tal y como
relata el historiador Dionisio de Halicarnaso. También se dice que Tarquinio el
Soberbio, último de los reyes en Roma, sacrificaba niños en las Compitalia, en
honor a la diosa Mania. Práctica que fue abolida tras la expulsión de este
macabro y brutal rey, sustituyéndose por el “sacrificio” de cabezas de ajo y amapolas.
El festival durante años gozó de prestigio y cierto
boato popular, estando asociado a los juegos públicos, hasta que el senado los desvinculó
de los mismos en el 68 a .
n. e.
Sin embargo, el festival siguió celebrándose hasta
las guerras civiles que asolaron la República.
Fueron reinstaurados por Augusto, aunque
sustituyendo los lares compitales por
los propios, ya que el emperador era ahora el pater patriae, el padre de la patria. Desde ese momento se
sustituyen los magistri vici y se les
denomina magistri augustales, escogidos entre los
libertos. Para todos, pese a llamarse ahora lares
augustales, siguen siendo los anteriores lares compitales, sin ninguna o escasa diferencia.
¿Cuándo se
realiza este festival?
Es difícil precisarlo. Todos los historiadores
–modernos y antiguos- coinciden en situarlo a principios de enero, poco después
de las Saturnalias. Algunos aseguran que la fecha exacta es durante las
calendas de enero -1 de enero-, y otros que el IV ante nonas –2 de enero-.
Comentarios
Sí, espero no desfallecer. Calculo que son más de ochenta festivales. Lo intentaré. De todas formas, muchas de las entradas serán muy cortitas. ;)