Festival celebrado en la calendas de abril en honor
a dos diosas: Venus Verticordia y Fortuna Virilis. Los ritos llevados a cabo
son exclusivos de mujeres, aunque las féminas de alta condición social las
celebraban de un modo diferente a las plebeyas.
Origen y
naturaleza de Venus Verticodia
Se trata de una deidad extranjera asimilada a
Venus. Los romanos “llamaron” a Verticodia –que puede traducirse como “la que
abre o transforma los corazones”-, como respuesta a un oráculo sibilino tras
cometerse lo que para ellos era un delito religioso y moral grave. Tres
vestales rompieron su juramento de castidad, lo que enfurecía a las
divinidades. Verticodia fue la solución moral y religiosa al problema
planteado.
Esta divinidad representa el aspecto conyugal y
procreador de la diosa, no tanto su aspecto sexual o libidinoso. Y de hecho,
este fue el motivo de su promoción entre las mujeres: reforzar la moralidad,
los aspectos positivos del matrimonio y los valores conyugales.
El oráculo se realizó en tiempos de la segunda
guerra púnica, consagrándosele un templo en Roma –cerca del Circo Máximo- el 1
de abril del 114 a .
d. n. e. Su origen exacto está discutido, aunque dos son las opciones más
probables. Puede tratarse de una Afrodita de Chipre, o bien se trata de la
compleja Astarté. Los romanos cuando asimilaron a Verticodia también aceptaron
gran parte de sus ritos asociados, instaurando la veneralia.
Fortuna
Virilis
El culto específico de esta Fortuna se asocia al rey
Servio Tulio –como el culto a Fortuna en general, muy vinculado a este rey
romano-. A esta Fortuna se la asocia especialmente con la iniciación sexual
entre hombres y mujeres, no así con el matrimonio, campo más específico en las veneralia de Venus Verticodia. Por esa
razón se la asocia más a las plebeyas, que no disfrutan de un matrimonio
legalmente jurídico tan vinculante y social como el de las mujeres de clases
altas.
En principio esta divinidad tenía mayor importancia
en las veneralia que Venus, pero con
el tiempo Verticodia fue relegando a Fortuna, hasta que incluso el nombre del
festival pasó a llamarse como ahora es conocido por todos.
El festival
de las matronas
El siguiente rito solía realizarse en las casas de
las matronas, que pudientes y capaces, podían disponer de lugares adecuados y
discretos para disfrutar de este festival tan privado. Recordar que a los hombres
se les estaba vedado participar u observar estos ritos.
Las participantes sumergen en una piscina a la
estatua de la divinidad –que solía ser de muy pequeño tamaño-, en una clara
lustración, se le perfuma, se le arreglan sus vestidos, ofreciéndosele flores,
especialmente rosas. Las mujeres a su vez se bañan, coronadas de protector
mirto. Toman una bebida sagrada llamada cocetum
–mezcla de leche, miel y adormidera-, que tranquiliza el ánimo. Esta dulce
bebida habitualmente lo tomaban las mujeres durante sus bodas, preparándolas
para la noche de bodas. Su origen, en teoría, es griego.
Finalizan orando a Venus solicitando por su moralidad
y consejo, recordando que el objetivo de estos ritos es ayudar a la mujer como
esposa devota y fiel.
El festival
de las plebeyas
De igual modo, las plebeyas acuden a sus baños para
asistir a este ritual, aunque en esta ocasión lo realizan en las termas.
Habitualmente de exclusivo uso masculino, ese día las termas se abren para
ellas. También sumergen en las termas a su Fortuna Virilis, la engalanan de
flores y la perfuman. Las participantes se bañan coronadas de mirto, ofreciendo
incienso a Fortuna Virilis, solicitando que les ofrezca belleza y cierta suerte
en cuestiones sexuales.
Este rito está fuertemente vinculado a los jóvenes,
así como a las muchachas que comienzan sus vidas sexuales. En cierto modo es un
rito de paso a la madurez. Pese a que los jóvenes no participan, el baño ritual
se realiza en las termas de uso masculino, lo que “despertaría” su vigor sexual
y fertilidad.
Las veneralia en los Fasti de Ovidio
Este magnífico e imprescindible autor nos regala
una descripción de este festival, lo que ayudará comprender su naturaleza:
“De acuerdo con el ritual honráis a la diosa, madres y esposas latinas; y también vosotras, que no portáis cintas ni largos vestidos. Despojad del cuello de su marmórea estatua los collares de oro, despojadla de sus alhajas: la diosa debe ser bañada toda entera. Una vez el cuello esté seco, volved a colocarle los collares de oro. Ahora es preciso ofrendarle flores nuevas, ahora hay que presentarle rosas frescas. Prescribe que también vosotras os bañéis coronadas de verde mirto y el motivo de semejante precepto es el siguiente. Enteraos de él. Se encontraba desnuda secando en la ribera sus húmedos cabellos, cuando unos sátiros, rijosa comparsa, empezaron a espiar a la diosa; se dio ella cuenta y se cubrió las sienes con protector mirto: este gesto la protegió, y ordena que vosotras lo repitáis.
“De acuerdo con el ritual honráis a la diosa, madres y esposas latinas; y también vosotras, que no portáis cintas ni largos vestidos. Despojad del cuello de su marmórea estatua los collares de oro, despojadla de sus alhajas: la diosa debe ser bañada toda entera. Una vez el cuello esté seco, volved a colocarle los collares de oro. Ahora es preciso ofrendarle flores nuevas, ahora hay que presentarle rosas frescas. Prescribe que también vosotras os bañéis coronadas de verde mirto y el motivo de semejante precepto es el siguiente. Enteraos de él. Se encontraba desnuda secando en la ribera sus húmedos cabellos, cuando unos sátiros, rijosa comparsa, empezaron a espiar a la diosa; se dio ella cuenta y se cubrió las sienes con protector mirto: este gesto la protegió, y ordena que vosotras lo repitáis.
Escuchad
ahora la explicación de por qué ofrecéis a Fortuna Viril incienso en un lugar
que riega el agua fresca. Semejante lugar de acogida a todas las mujeres que
previamente se han despojado de sus vestidos y puede contemplar cualquier
defecto de su desnudo cuerpo. Lo que Fortuna Viril concede y otorga cuando se
la suplica con un poco de incienso es que tales defectos se oculten y pasen
desapercibidos para los hombres.
No se vacile
en tomar adormidera molida mezclada con nívea leche, y miel licuada extraída de
los panales: la primera vez que Venus fue conducida a su enardecido esposo
bebió este brebaje, y desde ese momento ella se convirtió en su mujer.
Propiciárosla con vuestras súplicas: bajo su patrocinio se conservan la
belleza, las costumbres y la buena fama. En tiempos de nuestros bisabuelos Roma
había decaído en la salvaguardia de la castidad, y vosotros, antepasados
romanos, consultasteis a la Sibila de Cumas. Ordena ella que se erija un templo
en honor de Venus. Una vez construido de acuerdo con lo ordenado por la Sibila,
Venus toma su nombre de Verticordia por el cambio experimentado en los
corazones romanos. ¡Oh, tú, dechado de belleza! ¡Contempla siempre con rostro
amable a los descendientes de Eneas, y protege, oh diosa, a tantas jóvenes de
tu familia!”
Comentarios
Buen artículo.
El uso de drogas era común y generalizado en la antigüedad ¡Dos mil tiendas donde se vendían fármacos diversos en Roma! La variedad además era impresionante, aunque la adormidera era reina y señora.
Te recomiendo que le des un vistazo al libro “Historia general de las drogas”, de Antonio Escohotado. Especialmente interesante el primer tomo, que detalla el uso de las drogas en la antigüedad. Sumamente recomendable por no decir que es una maravilla.