
“Crueles asesinatos de efebos tienen lugar en la Atenas de Platón. Diágoras, miembro y maestro de la Academia platónica contrata al Descifrador de Enigmas, Hércules Póntor para que averigüe quién ha matado a un joven discípulo suyo, mutilándolo y arrancándole el corazón. Hércules pone en marcha su investigación.”
Esta es la breve y concisa premisa de la Caverna de las Ideas, de Somoza. Allá por enero me recomendaron la lectura de este libro en Nación Rolera. Y puedo decir que Gavilán, que fue el culpable de tal recomendación, acertó de pleno. La Caverna de las Ideas es una obra interesante y amena, juega con el lector hasta el final. Su planteamiento, desarrollo y conclusión me encantaron. La idea que plantea Somoza de la eidesis literaria es genial. Y no, no voy a explicar que significa este término. Para ello es necesario leer la novela, listillos.
El libro se desarrolla en la Atenas de Platón (siglo IV a. C.) En principio dos son sus protagonistas, el “descifrador de enigmas” Hércules Póntor y el filósofo Diágoras, que lo contrata. A lo largo del libro un tercer “protagonista” se une al enigma que se plantea, encarnado en varios asesinatos y enredos en esta Grecia sofistica y filosófica, pero que esconde sus secretos. Amena e inteligente, cómplice obra, en algunos momentos un tanto bizarra e inquietante. De todas formas, es una obra de la cual es mejor no decir demasiado, pues al fin y al cabo es una novela de “misterio”.
Esta es la breve y concisa premisa de la Caverna de las Ideas, de Somoza. Allá por enero me recomendaron la lectura de este libro en Nación Rolera. Y puedo decir que Gavilán, que fue el culpable de tal recomendación, acertó de pleno. La Caverna de las Ideas es una obra interesante y amena, juega con el lector hasta el final. Su planteamiento, desarrollo y conclusión me encantaron. La idea que plantea Somoza de la eidesis literaria es genial. Y no, no voy a explicar que significa este término. Para ello es necesario leer la novela, listillos.
El libro se desarrolla en la Atenas de Platón (siglo IV a. C.) En principio dos son sus protagonistas, el “descifrador de enigmas” Hércules Póntor y el filósofo Diágoras, que lo contrata. A lo largo del libro un tercer “protagonista” se une al enigma que se plantea, encarnado en varios asesinatos y enredos en esta Grecia sofistica y filosófica, pero que esconde sus secretos. Amena e inteligente, cómplice obra, en algunos momentos un tanto bizarra e inquietante. De todas formas, es una obra de la cual es mejor no decir demasiado, pues al fin y al cabo es una novela de “misterio”.
Gavilan comentó que la idea en sí es apropiada para una aventura para el Arcana y la verdad, solo requiere omitir la parte del “Traductor” y escribir la aventura. Ciertamente recomendable para aquellos que gusten de la lectura de una muy buena novela histórica, por el placer de leer y sumergirse en una Atenas desconocida y peligrosa.
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