Vertumno seduciendo a Pomona, caracterizado como una anciana |
Vertumno
Patrón
de los huertos y árboles frutales, es garante del florecimiento de los frutos
en primavera, y de su recogida en verano y otoño. Los autores antiguos hacen
derivar su nombre de la palabra latina verto/vertere
-cambiar, transformar-, en referencia al cambio estacional y su maravillosa capacidad
de metamorfearse en la persona o deidad que desee. Los pocos mitos que hacen
referencia de esta deidad hacen hincapié en esa faceta múltiple. Tiene la
habilidad de adquirir el aspecto de cualquier mortal, incluyendo sus capacidades,
gestos y voz, ya se trate de un lozano joven, una locuaz anciana, un afanoso
pescador o un hortelano; incluso es capaz de asemejarse a divinidades como
Fauno, Pico o el mismísimo Apolo. Aunque estas transformaciones siempre están
caracterizadas por su naturaleza decente, amigable y atractiva, a su modo. De ese
modo logró seducir a Pomona y desposarse con ella. Vertumno es uno y múltiple,
una deidad sin personalidad definida, un enigma.
Otra
capacidad que se le atribuye es tornar el curso de las aguas del Tíber y evitar
sus habituales inundaciones.
También
se le considera un dios asociado al comercio, siendo la compraventa un tipo de
“cambio”, aunque su área comercial está más vinculada al mundo floral y
frutícola. Sin embargo, cambiar bienes por dinero se considera bajo su
potestad.
El etrusco Voltumna
Esta
deidad tiene un plausible origen etrusco –llamándose Voltumna-, aunque entre
los romanos su naturaleza divina posee ciertas diferencias. Aunque también puede
ser que en origen fuesen dos deidades diferentes sincretizadas por diversos
hechos históricos.
Entre
los etruscos de la ciudad de Volsinii esta deidad tenía un carácter ctónico,
subterráneo, sin dejar de ser representado como un joven encargado del cambio
de las estaciones, la fecundidad vegetal y la abundancia, compitiendo en
importancia con otras divinidades como Tinia –similar a Júpiter-. Varrón
incluso lo denomina deus Etruriae princeps.
Lideraba una confederación de doce populi
etruscos, teniendo como centro cultual una arboleda sagrada denominada Fanum Voltumnae, donde los líderes
etruscos podían parlamentar, organizando además unos ludi anuales.
En
el Vicus Tuscus –el barrio etrusco-
de Roma existe una antigua estatua de Vertumno. Esta estatua es muy conocida.
Al principio se trataba de un tosco madero de arce, hasta que el legendario
artista Mamurio Veturio la sustituyó por una admirable obra en bronce. Resulta
curioso que la calle en la que está situada la estatua es barrio de
prostitutas, tenderos y perfumistas.
Aedes Vertumni
Su
culto llega a Roma sobre el siglo III a. C., aunque se instaura oficialmente en
la ciudad en el 264 a .
C., tras la conquista de la ciudad etrusca de Volsinii por Marco Fulvio Flaco,
llevándose un suntuoso botín de estatuas de bronce. Siendo importante Voltumna
en la ciudad conquistada, se realizó una evocatio,
una petición formal religiosa para que la deidad aceptase Roma como su nuevo
hogar. El templo, situado en el Aventino, fue fundado ese mismo año.
Nota del autor
Desgraciadamente,
nada sabemos sobre cómo se realizaba este festival, aunque debe tenerse en
cuenta que se trata de glorificar la boda entre Vertumno y Pomona. Es de
esperar que los fieles, tras una procesión en dirección a los santuarios de la
deidad, ofrendasen frutos hortícolas y flores –jacintos, rosas y claveles sus
preferidas- realizando súplicas para garantizar sus cosechas, con su
correspondiente banquete. A Vertumno se le ofrecen frutos en el cambio de las
estaciones –con la excepción invernal-.
Vertumno
es una deidad cambiante, caprichosa, inconstante, por lo que las súplicas y
ofrendas son esenciales para ganarse su favor, ya que el “cambio” puede ser positivo
o negativo –bene vertere, o male vertere-. Para los romanos esta
deidad puede ser tanto beneficiosa como desfavorable.
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