La vida de la plebe, de la gente del común, de esos
pobres que aún siendo mayoría apenas tienen cabida en la literatura de grandes
romanos como Cicerón o Plinio, a esa mayoría que en realidad eran Roma, se les
dedica el presente libro.
El título de esta obra, “Sesenta millones de
romanos”, hace hincapié en la Roma imperial, en los humiliores –los humildes-, los cuales engloban grosso modo a los plebeyos, los artesanos, esclavos, mujeres y
demás. Aquí tenemos en cierta medida, más que una usual vida privada, un
estudio serio sobre cómo vivían –o mejor dicho, sobrevivían-, qué sentían, el
lugar que les correspondía en aquel mundo tan duro y brutal que fue la
civilización antigua, así como sus aflicciones físicas y mentales…
Jerry Toner nos desgrana lo que llama
la “cultura del pueblo”. El modo de vida de la plebe en toda su amplitud, de lo
que llama la “no-elite”. En esta obra no nos encontraremos con senadores o
caballeros, nada de pulcras togas y discursos. Aquí nos salpicará la sangre del
anfiteatro, nos aturdirá el hedor de las callejas y burdeles, nos abordarán los
dementes… Veremos como resolvían el día a día los hambrientos plebeyos, su
escasa salud mental, el desenfreno de las Saturnalias y las prácticas mágicas
del día a día, cómo percibían el mundo y de que modo lidiaban con las
autoridades, o bien se aprovechaban de ellas.
La obra está editada por Ediciones Crítica,
constando de más de 300 páginas.
El índice temático es el siguiente:
Introducción:
Cultura de élite y cultura del pueblo
Capítulo 1: Resolución
de problemas
Problemas y riesgo
Gestión familiar
Ganar dinero
Créditos subprime
Relaciones sociales
Poder, política y economía moral
Recursos populares para la resolución de problemas
Conclusión
Capítulo 2: Salud
mental
¿Qué es una enfermedad mental?
El discurso mental en la sociedad romana
Capítulo 3: El
mundo al revés
Capítulo 4: Sentidos
comunes
Capítulo 5: Resistencia
popular
Conclusión:
Hacia una cultura del pueblo cristiana
Una lectura amena y recomendable, con multitud de
detalles de todo tipo, ciertamente útiles para comprender mejor a la plebe romana.
¡Fors Fortuna, lusitores!
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